SAN MARTIN, NADA QUE REPROCHAR
Jugó siempre de igual a igual, comenzó mejor, después fue superado, estaba dos a cero abajo y los segundos cuarenta y cinco minutos los disputó con garra, futbol, corazón, sacando fuerza de donde no las hay y por momentos superando al rival en muchos lugares de la cancha.
La gente de San Martín, su público, la familia que fue al Estadio, se fue tranquila a su casa porque su equipo dejó todo en la cancha y se fue con la frente bien en alto.